Estudiante del grado 12 Benjamin Molero es parte del talento escondido aquí en Wilson. Molero, músico y cantante, llegó a los Estados Unidos desde Venezuela a los 13 años. “Primero viajamos a Trinidad y Tobago en una escala y luego fuimos a Miami y allí tenemos algunos tíos hasta que el trabajo de mi padre lo recibió aquí,” dijo Molero.

Molero recuerda su infancia con mucho cariño. “Cuando tenía cuatro años, comencé a tocar la batería,” se rió Molero. Tocó la batería hasta los 10 años. Recientemente, Molero fue introducido a la guitarra. “Después de tocar la guitarra, dije ‘¡Hey! Esto es interesante,’ y comencé a explorar con otros instrumentos y me resultó bastante fácil,” él dijo.

Mientras que Molero disfruta tocar la batería y la guitarra, no se limita a estos dos instrumentos. Molero también toca el ukelele, el bajo y el piano. Sus instrumentos favoritos son el piano y el bajo “porque cuando tocas esos dos instrumentos te sientes libre; puedes hacer lo que quieras,” dijo Molero.

Él cree que para tener éxito en la música y seguirla como una carrera, uno no debe dejarlo de lado sino más bien convertirlo en un estilo de vida. Su dedicación es lo que lo convierte en un compositor talentoso. Molero también reconoce la dificultad que a veces surge en el proceso de canto y composición. “A veces grabo canciones [y] lo que sucede es que no soy muy bueno cantando … Pero con entrenamiento, creo que se logra.” Aunque Molero graba canciones con el equipo que tiene en casa, cree que la parte más desafiante de escribir música es formar la letra. Aunque Molero ha enfrentado algunos problemas al escribir su propia música, la mayoría de las veces le fluye naturalmente. 

Todo depende de cómo se sienta. Si Molero se siente triste, generalmente escribe canciones sobre temas tristes como las rupturas. Si Molero se siente feliz, generalmente escribe canciones más alegres y alegres. Su canción original favorita se llama “No me dejes ir,” inspirada en una chica que dejó en Venezuela cuando tuvo que mudarse a los Estados Unidos.

En el futuro, Molero quiere especializarse en tecnología musical para poder convertirse en técnico musical. Mientras tanto, cuando uno escucha su música, Molero quiere que la gente sepa que él también se enfrenta con problemas, atraviesa tristeza, felicidad, ansiedad y depresión como cualquier otro ser humano. “No soy diferente de ellos [y] quiero que puedan relacionarse con mi música,” dijo Molero. •