El lunes 6 de febrero de 2023, un terremoto de gran intensidad golpeó regiones de Turquía y Siria, dejando una destrucción inmensa y matando a miles de personas. El sismo, y las réplicas posteriores, sacudieron áreas de los dos países causando el colapso de numerosos edificios, casas y escuelas, y la destrucción de infraestructuras críticas. Millones de personas perdieron sus hogares, casas y pertenencias aparte del sufrimiento ocasionado por la pérdida de familiares y amigos. Los equipos de rescate trabajaron arduamente durante varios días logrando rescatar a muchas personas atrapadas debajo de los escombros de las edificaciones destruidas. Expertos de varios países fueron desplazados rápidamente a las áreas más afectadas para colaborar en las tareas de rescate.

Las Naciones Unidas anunciaron que por lo menos 18 millones de personas fueron afectadas, 50.000 personas fallecieron y que los daños causados superan los US$100.000 millones. La ONU, a través del Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés), envió camiones con toneladas de alimentos como harina y arroz para asistir a las poblaciones afectadas y garantizar la seguridad alimentaria en partes del noreste de Siria y Turquía.

Desastres naturales como este, resaltan la importancia de tomar medidas de prevención para disminuir las pérdidas de vidas, el impacto social en la población y minimizar los daños de este tipo de eventos. Por ejemplo, en el caso de Turquía como en otros países con gran exposición a riesgos sísmicos, los gobiernos deben establecer normas de construcción de viviendas e infraestructuras que prevean materiales y diseños que permitan resistir mejor el impacto de sismos. Además, deben exigir el cumplimiento de las mismas, para garantizar a la población una mayor seguridad en caso de la ocurrencia de eventos sísmicos.

Si quieres involucrarte y ayudar a la gente afectada por este terremoto, podes hacer un donación a diferentes organizaciones sin fines de lucro, como por ejemplo Médicos Sin Fronteras que brinda asistencia médica a las personas desplazadas que se han quedado sin hogar y que se encuentran heridas o necesitan asistencia médica.