Antes de hablar sobre las pasadas elecciones en Venezuela, os quiero dar un poco de contexto sobre la historia política que nos llevó a la realidad que vivimos hoy en día.
Desde 1998, solo han habido dos presidentes en Venezuela, Hugo Chávez quien fue elegido ese año por la mayoría de venezolanos cumpliendo las leyes electorales, y Nicolás Maduro, exvicepresidente de la República, quien le fue otorgado el cargo de presidente por Chávez antes de su muerte en 2013. La razón por la que solo han habido dos presidentes desde hace poco más de dos décadas, es porque todas las instituciones gubernamentales, incluyendo el Consejo Nacional Electoral, así como los tres poderes del estado (legislativo, ejecutivo, y judicial) han sido manejados por la administración del presidente a su conveniencia.
El 28 de julio se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Venezuela. Los dos candidatos principales fueron: Nicolás Maduro, el que para la gran mayoría de venezolanos y personas alrededor del mundo, es un dictador y narcotraficante que por años ha usurpado la función de presidente, y Edmundo González, respaldado por el liderazgo y la popularidad de María Corina Machado a quien por razones arbitrarias, no se le permitió ser la candidata oficial de la oposición. González, lideró por una abrumadora mayoría todas las encuestas electorales previo a las elecciones, pese a todas las limitaciones y amenazas impuestas por el gobierno de Maduro.
La líder de la oposición, María Corina Machado, quien ha luchado contra el régimen dictatorial de Maduro y Chávez por muchos años, y conoce a este gobierno ilegítimo muy bien, ha aprendido sobre las tácticas que ellos usan para salirse siempre con la suya. Por eso, para estas elecciones, ella tuvo un plan maestro para evitar los fraudes que han habido en las últimas elecciones, y a su vez, recolectar y evidenciar las actas electorales que el gobierno siempre trata de ocultar, donde reside la soberanía popular. La noche del 28 de julio, según el CNE, institución que se encarga de los procesos electorales, la cual debería ser totalmente imparcial y no favorecer a ninguno de los candidatos por interés político, informó al país que luego de haberse hecho un escrutinio de votos, Nicolás Maduro habría ganado con un 51.95% y un total de 6,408,844 votos mientras que Edmundo González habría perdido con un 43.18% y un total de 5,326,104 votos. Sin embargo, estas cifras son completamente diferentes a las que la oposición reportó según los resultados de las actas de escrutinio que lograron recolectar, actas que fueron firmadas por testigos presentes en cada una de las mesas de votación, mismas actas que el CNE tenía en sus manos después de las elecciones. Estos resultados fueron 7,303,480 votos para Edmundo González y 3,316,142 votos para Maduro.
Cabe resaltar que el CNE hasta ahora, a casi dos meses después de las elecciones, a diferencia de la oposición, no ha mostrado las pruebas de los resultados que anunció, y según el artículo 125 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE,) el CNE tiene que publicar las actas dentro de un periodo de 30 días siguientes a las elecciones. La razón por la que no lo han hecho es obvia, porque saben que perdieron teniendo en cuenta que el CNE está a favor del régimen dictatorial de Maduro.
Desde el 29 de julio, día después de las elecciones, han habido 24 muertos, alrededor de 2500 personas detenidas, entre ellos, 114 menores de edad que fueron apresados por supuestos crímenes de terrorismo solo por protestar pacíficamente, y ejercer un derecho humano fundamental que es la libertad de expresión. Esto es prueba de que en Venezuela se vive bajo una dictadura donde no se puede hablar mal del régimen de Maduro ya que el presidente usa los organismos de seguridad del estado, para reprimir, amenazar, secuestrar, torturar, y hasta matar a aquel que piense diferente, y quiera expresarlo.
Los venezolanos agradecemos todo el apoyo que decenas de países democráticos a nivel mundial nos han brindado, y exigimos a todas las organizaciones que velan por los derechos humanos, tomar acciones contundentes que pongan fin a la dictadura perpetuada en Venezuela, y así recuperar la democracia. •