El Ministerio de Educación de El Salvador ha implementado una medida polémica en las escuelas públicas: cortes de cabello obligatorios de estilo militar y un código de vestimenta estricto para todos los estudiantes. Según las autoridades, esta iniciativa busca “fortalecer la disciplina y la identidad institucional” dentro del sistema educativo.
Los cortes de cabello estilo militar, caracterizados por ser cortos y uniformes, se suman a la exigencia de que los estudiantes usen uniformes, perfectamente alineados con las reglas de cada institución. Las escuelas también han comenzado a aplicar sanciones a quienes no cumplan con las nuevas normas, argumentando que la apariencia personal este directamente vinculada al comportamiento y al respeto hacia la autoridad.
El gobierno sostiene que estas medidas responden a un incremento de la violencia juvenil y la indisciplina en algunos centros educativos. Al promover un estándar uniforme, esperan reducir las distracciones, fomentar el sentido de pertenencia y preparar a los jóvenes para el cumplimiento de reglas y normas en la vida adulta.
Sin embargo, la iniciativa ha generado debate entre padres, estudiantes y especialistas en educación. Algunos argumentan que obligar que estudiantes adopten un estilo de cabello determinado y un uniforme rígido puede limitar la individualidad y afectar la autoestima de los jóvenes. Otros dicen que la verdadera disciplina no se aprende sólo de las apariencias, sino que los programas educativos que enseñan valores, responsabilidad y resolución de conflictos tienen más valor.
A pesar de las críticas, las autoridades continúan defendiendo la medida como una herramienta para mejorar el ambiente escolar y reducir la violencia en las escuelas. Mientras tanto, los estudiantes y las familias se adaptan a esta nueva realidad, marcando un capítulo más en la constante búsqueda de métodos para garantizar la disciplina y la seguridad en el sistema educativo salvadoreño.•